About

Every Time I'm With You

miércoles, 22 de marzo de 2017

Una nueva historia, espero les guste mucho ^^

Descripción:


Parejas: MinJae, YooSu, MinSu, JaeChun.
Género: Lemon, Romance, AU.
Extensión: Serial. 
Estado: Proceso.
Reseña: Jaejoong y Junsu son dos hermanos que lo único que tienen en común son sus padres. Al menos eso es lo que ellos creen, ya que pronto se darán cuenta que tienen intereses muy parecidos. Todo a causa de un plan, que pondrá el mundo de Jaejoong de cabeza.

*Olvidé mencionar una advertencia: como verán no sólo es Minjae, también tiene otras parejas que son muy importantes para la trama. Aunque lo más probable es que termine como Mijae, les advierto que también habrá desarrollo de las otras parejas.



Capítulo 1: Como el agua y el aceite.

Jaejoong no supo si fueron los ruidos en su cocina que lo despertaron o si fue simplemente que despertó porque su reloj interno le avisaba que ya había descansado suficiente, pero el caso es que ya estaba desperezándose y dispuesto a salir de la cama. Era sábado, así que no tenía mayores obligaciones, salvo alimentarse y descansar. Con esa perspectiva se dirigió sonriendo a la dirección de dónde provenían los ruidos. Pensó que podía ser su hermano, lo cual era muy extraño, ya que éste salía siempre los viernes y jamás un sábado en la mañana estaba de pie. Por lo general pasaba el sábado y el domingo en su cama recuperándose de sus noches de parranda.

Su hermano al contrario de él, le encantaba la vida nocturna. Solía decir que tenía que aprovechar su juventud y desde el momento que se fueron de la casa de sus padres para estudiar en la universidad -Jaejoong primero por ser un año mayor- él se “liberó” y comenzó a hacer lo que siempre quiso, que según sus propias palabras fue “disfrutar la vida”. Cuando su hermano le dijo esto, le pidió encarecidamente que no se metiera en su vida y le prometió que no haría nada extremo para que se tenga que preocupar y verse obligado a decirle a sus padres.

Jaejoong como el hermano mayor intentó darle un largo consejo acerca de enfocarse en los estudios y “disfrutar de la vida” de una forma moderada y con hábitos saludables. Su hermano nunca le ha hecho mucho caso, por lo que tuvo suerte de que al menos no se durmiera mientras intentaba aconsejarlo. Pero hasta el momento a pesar de la vida que estaba llevando, nunca ha descuidado los estudios, ya que si lo hacía no lo dudaría y llamaría inmediatamente a sus padres para avisarles.
Pero de todas formas había algo que preocupaba a Jaejoong, sobre todo en el último tiempo y es que su hermano cuando salía no regresaba solo.

Siempre supo las preferencias de éste porque para mala suerte de sus padres él también tenía las mismas, por lo que se imaginaba que su atractivo hermano lo pasaba bien con otros hombres, pero hasta hace unas semanas nunca llevó a nadie a la casa que compartían.

No alcanzó a ver al desconocido, pero si escuchó unas voces desde su habitación hace como dos fines de semana. El hombre se fue muy temprano el sábado por la mañana y para asombro de Jaejoong también el domingo. Había escuchado voces y sólo esperaba que hayan sido de la misma persona.
Finalmente su curiosidad pudo más y le preguntó a su hermano si estaba saliendo con alguien, que si era así se lo presentara, pero su hermano se hizo el desentendido y le juró que no estaba saliendo con nadie.

Jaejoong lo dejó pasar, hasta que el fin de semana siguiente ocurrió lo mismo. Cómo pensó que su hermano le mentía lo siguió esa semana para ver si podía encontrarlo con el misterioso hombre -rezaba porque fuera uno solo- pero todo fue infructuoso. Su hermano no se encontró con nadie que pudiera ser su pareja. Por lo que ha estado muy preocupado acerca de las actividades nocturnas de Junsu estos últimos días. Con un suspiro se acerca a la cocina algo distraído.
Pensando que era su hermano, se demora en percatar que la figura que se movía por su cocina era bastante más alto y musculoso y… Jaejoong se queda paralizado y con la boca abierta cuando ve al extraño. Semidesnudo con sólo la ropa interior puesta y moviéndose en el lugar como si viviera ahí.
El extraño también se tardó en percatarse de la presencia del otro, pero en cuanto lo hace, al contario de Jaejoong no se paraliza, sino que con una sonrisa lo saluda como si lo conociera hace tiempo y la situación fuera la más normal posible.

-Hola, debes ser el hermano de Junsu, mucho gusto, soy Changmin. –Le dice tendiéndole la mano.
Jaejoong no mueve un músculo, pero no por ser maleducado, sino porque cree que está alucinando. Changmin algo incómodo retira su mano y toma la bandeja que estaba preparando para llevarla a la habitación. Cuando vuelve a mirar al otro joven se da cuenta que éste aún lo mira con los ojos muy abiertos y sin decir palabra o moverse. Parecía una estatua, pensó Changmin. Una linda estatua, a pesar de que el hombre usaba un par de gruesos anteojos, podía notar a esa distancia que poseía unos lindos y expresivos ojos, además su cabello desordenado por recién levantarse de la cama le daba un aire muy lindo y sus labios eran particularmente generosos y muy atractivos. Sin duda los genes eran generosos en la familia Kim, pensó Changmin con una sonrisa.

Pero recuerda lo que le dijo Junsu cuando habló de su hermano, que eran muy distintos. Como el agua y el aceite, esas fueron sus palabras exactas. Al parecer era verdad, este hermano era uno muy callado. Con una sonrisa ya no incómoda sino divertida se despide y sale de la cocina para dirigirse a la habitación de Junsu.

Al entrar se da cuenta que Junsu está despierto, así que deja la bandeja en la cama, se cubre con la sábana y se inclina para besar al hombre.

-Conocí a tu hermano.

-Ugh… tendré que aguantar su sermón más rato. –Le reclama Junsu.

-¿Sermón?

-Sí, creo que te dije lo diferente que somos. Él es un santurrón.

-¿Es mayor?

-Sí.

Changmin sonríe.

-¿Por qué esa sonrisa? –Le pregunta Junsu, quien estaba haciendo una mueca de molestia.

-Parece menor que tú.

-Mmm… -Murmura Junsu. –Ciertamente tiene menos experiencia que yo. –Le dice Junsu sonriendo.

-¿Te dijo algo?

Changmin vuelve a sonreír. –No, sólo se quedó muy tieso mirándome, como si no creyera que estuviese ahí. Por cierto, es muy lindo.

Junsu le da una palmada en el brazo, pero se estaba riendo igual que Changmin. –La verdad es que lo es, pero no se saca partido. Usa esos lentes horribles y no se sabe vestir bien. Pero lo peor es su personalidad, es tan serio que en ocasiones llega a ser una molestia.

-Wow, se nota que lo quieres mucho. –Le dice Changmin sonriendo.

-No es eso. –Le dice Junsu dándole otra palmada en el brazo, esta vez más serio. –Es sólo que me gustaría que no fuera tan estructurado, no lo sé… lo quiero mucho, es un gran hermano, así que no vuelvas a mencionar lo contrario. –Le reclama Junsu con un puchero.

-Ok, ok, pero come un poco, mira lo que preparé.

-Se ve todo muy bien. –Le dice para comenzar a devorar el desayuno preparado por Changmin. Éste con una sonrisa lo imita y pronto se terminan el desayuno.

*

Después de ver la espalda desnuda del hombre desaparecer en la habitación de su hermano, recién ahí Jaejoong reacciona. Se acerca lentamente a la puerta de la habitación para intentar escuchar algo, pegando su oído a la puerta, pero no obtiene resultados.

Necesita hablar pronto con Junsu, pero tiene que esperar que el desconocido se vaya. Así que decide ir a preparase algo para comer y volver a su habitación para esperar.

*

Estaba en la mitad de la película que veía en su laptop cuando sintió primero la puerta de la habitación de Junsu cerrarse y luego la de la casa. Decidió esperar un par de minutos más para salir de su habitación para hablar con su hermano.

Cuando por fin lo hace, encuentra a Junsu tomando un vaso de agua en la cocina.

-Me dijiste que no estabas saliendo con nadie. –Le dice Jaejoong en seguida, de forma acusatoria.

-No estoy saliendo con nadie. –Dice Junsu con una sonrisa.

-¿Por qué no quieres hablar de eso conmigo? –Le pregunta Jaejoong entre dolido y molesto.

-No es eso, te digo la verdad. Changmin es un amigo.

Ahora Junsu está serio y Jaejoong no sabe que pensar.

-Estaba desnudo en la cocina. –Le dice Jaejoong.

-No lo estaba, tendrías que verlo desnudo. –Le dice Junsu con una sonrisa algo burlona.

-Estoy hablando en serio. –Le contesta Jaejoong algo sonrojado.

-Yo también, te lo digo en serio, es un amigo y nos acostamos a veces, sólo eso.

-¿Sólo te acuestas con él? –Le preguntó Jaejoong con los ojos muy abiertos.

-Sí, ¿por qué la sorpresa? –Ahora Junsu se ríe.

-No-no lo sé, es sólo que… -Jaejoong no termina lo que quería decir porque su hermano como siempre, lo sorprende y lo deja sin palabras. -¿Entonces eso quiere decir que…?

Junsu no lo deja terminar porque se le adelanta. -¿Quieres saber si me acuesto con otros? -Junsu no puede evitar la risa que se le escapa luego de ver como Jaejoong enrojece hasta la orejas.

Jaejoong piensa que realmente no quiere saberlo, nunca ha querido hablar de eso con su hermano, pero como se estaban dando las cosas y además la absoluta desvergüenza de Junsu no le dejó otra salida, así que sólo asiente.

-Te lo cuento, si me prometes que no te escandalizaras, te juro que a veces eres peor que nuestros padres. –Le reclama Junsu.

Jaejoong asiente luego de cubrir su rostro con ambas manos.

-Ya lo hiciste, no te puedo contar.

-¿Ya hice qué? –Le pregunta Jaejoong alarmado.

-Ya te escandalizaste, siempre te cubres la cara cuando te cuento algo vergonzoso para ti.

-Debería ser vergonzoso para ti también.

-¿Por qué?, el sexo no es algo de lo que avergonzarse.

-No puedo creer que esté escuchando esto. –Dice Jaejoong cubriéndose los oídos ahora.

Junsu se ríe nuevamente. –La verdad es que no entiendo porque eres tan inocente.

-No es eso Junsu, puedo entender que el se… quiero decir las relaciones son normales y sé que eres un adulto, lo que no entiendo es que estés con más de uno a la vez.

-Si te preocupa que esté engañando a mis amigos, pues no lo hago. Ellos saben perfectamente que tipo de relación me gusta y aceptaron mis condiciones.

-¿Ellos…lo aceptan? –Pregunta Jaejoong asombrado. ¿El hombre que conoció hace unos minutos sabe que no es el único y no le importa? Definitivamente él se había quedado en el pasado, quizás en la edad media pensó algo deprimido. Él no podría nunca entender ese tipo de relaciones.

-Claro, así son las cosas ahora, deberías probarlo. –Le dice Junsu para molestarlo.

-A ti te puede parecer normal, pero al resto no.

-¿Al resto?, te aseguro que sólo a unos pocos como tú les molesta.

-¿Cómo yo?

-Ya sabes, mojigatos, santurrones… -Antes de que continúe, Jaejoong lo interrumpe.

-Sabes que no soy nada de eso, sólo soy… a la antigua.

-Puede ser, pero eso no quita que me estés juzgando.

-No te he dicho nada. –Se intenta defender Jaejoong.

-No es necesario, me es suficiente con tu cara.

-No es eso, estoy impactado… no te juzgo, es sólo que no te entiendo. –Le dice Jaejoong sinceramente y Junsu lo nota.

-Está bien. –Le dice.

-¿Yoochun lo sabe? –Pregunta Jaejoong de repente.

-Claro, es mi mejor amigo, le cuento todo.

-¿Y él…, tú con él…? –Jaejoong no puede terminar la pregunta y Junsu sólo sonríe.

-Claro que no, es mi amigo sin beneficios.

-Pero él… -Se calla repentinamente Jaejoong al darse cuenta de lo que iba a decir. Su hermano no nota como lo mira Yoochun a veces, por lo que se detiene antes de hablar de más.

-¿Pero él que? –Pregunta Junsu.

-Nada. –Le contesta Jaejoong sin saber que decir.

Ahora se siente peor al imaginarse como debe sentirse Yoochun al ver a la persona que le gusta tonteando como lo hace Junsu.

-Entonces… ¿cuándo me vas a dar el sermón?

-¿Sermón? –Pregunta Jaejoong confundido ya que sus pensamientos son interrumpidos por la voz de Junsu.

-Sí, acerca de que debo comportarme como un monje y esas cosas.

-Lo único que te voy a decir es que les digas a tus amigos que se vistan cuando estén afuera de tu habitación. –Le dice Jaejoong serio.

Pero Junsu se ríe más fuerte que nunca. –Oh vamos, no me digas que no fue una gran vista. –Se burla nuevamente Junsu.

Jaejoong sólo se voltea rápidamente para que no se le note el sonrojo que evidentemente se forma luego de recordar al apuesto hombre que tuvo el placer de ver casi sin ropa hace unas horas.

*

Jaejoong muy distraído camina por el campus de su universidad. Acababa de salir de la biblioteca, por lo que llevaba un par de libros en su mochila y otro par en sus brazos, más carpetas y cuadernos. Tenía mucho que estudiar para el primer examen del semestre. Pero su distracción no tenía nada que ver con sus estudios.

Hace ya tres semanas que había tenido esa conversación en la cocina con Junsu y hace una que su hermano le contó que estaba saliendo con alguien de forma seria y formal. Jaejoong pensó de inmediato en el hombre que conoció, pero para su enorme sorpresa el afortunado no era otro más que el mejor amigo de Junsu, es decir Yoochun. Éste finalmente se atrevió, se confesó y resulta que Junsu lo aceptó.

Cuando Junsu se lo contó, Jaejoong pensaba que su hermano estaba bromeando, pero para su pesar era cierto. Trató de sentirse mejor pensando que Yoochun debía estar muy feliz y con eso en mente intentó no pensar en sí mismo y de cómo su corazón se sentía muy pequeño desde que lo supo.
La razón por la que él sabía de los sentimientos de Yoochun por Junsu, fue porque el mismo tenía unos muy parecidos hacía él. Cómo le gustaba observarlo, no tardó en darse cuenta que a Yoochun le gustaba Junsu. Esta realización conllevó un gran dolor al principio, pero pronto se acostumbró. Se dijo a sí mismo que le bastaba con verlo desde lejos y de las pocas veces que se atrevía a hablar con él. Eso era suficiente para su corazón, pensaba en esos momentos.

Ahora que sabía que tendría que verlo más seguido y además más unido que nunca a su hermano, esta revelación lo había comenzado a aterrar, ¿qué pasaba si no podía ocultar lo que el mismo estaba sintiendo? Creía que se moriría de vergüenza si alguien se enterara de sus sentimientos ocultos, sobre todo porque son tan antiguos como lo que ha durado la amistad de los ahora novios.

Su hermano y Yoochun se hicieron amigos en el colegio. Lo más curioso es que Jaejoong y Yoochun eran compañeros de clase, pero nunca interactuaron. Sólo se conocían por ser compañeros y se saludaban de vez en cuando o más bien Yoochun lo saludaba. Pero un día su hermano llegó a la casa contando que había conocido a su mejor amigo y así fue cómo se enteró que Junsu se había convertido en el mejor amigo de Yoochun, su compañero de clase, a la edad de diez años.

Desde el momento que comenzó a ir a la casa, a Jaejoong le dieron ganas también de ser su amigo, pero desde pequeño fue muy tímido y le daba temor hablar con el nuevo amigo de su hermano.
Con el paso del tiempo las cosas no mejoraron. Cuando era un adolescente se dio cuenta que le gustaban los hombres y pronto también se percató que le gustaba Yoochun. Le encantaba su sonrisa y su amabilidad. A pesar de comportarse de la forma que lo hacía -Ignorando a Yoochun y prácticamente desapareciendo en su habitación cuando él llegaba- Yoochun siempre le sonreía e intentaba conversar con él y lo más increíble para Jaejoong, nunca se dio por vencido, hasta el día de hoy.

Jaejoong aún no podía hablarle naturalmente, aunque ahora ya no era tan obvio, ya que al fin ha podido unir palabras en una oración y no parecer un tonto cuando está delante de él. Pero ese ha sido su gran avance en todos estos años y no se siente para nada orgulloso.

Ahora con la nueva noticia, lo tendría más cerca que nunca, al lado de su hermano. Intentó que la tristeza no lo invadiera y no llegar a derramar más lágrimas de las que ya había expulsado desde que se enteró de la noticia. Por lo que comenzó a pestañear muchas veces para que ninguna se escapara y lo pusiera en evidencia en un lugar público. Por lo mismo no se enteró por donde estaba caminando y no fue extraño que terminara chocando con algo o con alguien.

Casi cae al suelo, pero con sus buenos reflejos logró evitarlo. Se alcanzó a afirmar de la manilla de la puerta de una sala. Lo que no pudo evitar fue que los libros y un par de cuadernos que llevaba en sus brazos se desparramaran por todo el suelo.

-Lo siento.

Cuando Jaejoong escucha la disculpa, la voz le parece conocida y levanta la vista de sus libros y papeles desparramados en seguida.

-Aunque creo que no fue sólo culpa mía. –Dice de nuevo el hombre contra quien chocó.
Changmin no pretendía decir eso último en voz alta pero la falta de respuesta de Jaejoong lo exasperó un poco, por lo que con un suspiro se arrodilla y comienza a ordenar el desastre de papeles y libros en el suelo.

Jaejoong despierta esta vez más deprisa de su “shock” al ver al otro hombre y se arrodilla también para arreglar el desastre, no sin antes contestar.

-Al menos mi excusa es que tengo problemas a la visión, no sé cuál es la tuya y por cierto “lo siento”. –Le dice Jaejoong, quien no sabe porque le contesta de esa forma, por lo que no sólo sorprende al otro hombre sino también a sí mismo.

Changmin quien había pasado una horrible semana, no se da cuenta que esta es la primera sonrisa sincera que surge en su rostro en estos días y sin quererlo se ríe también.

-Había comenzado a pensar que eras mudo. –Le dice sin intención de burlarse, al contrario, lo dice de una forma amistosa. Changmin amplía aún más su sonrisa al notar que Jaejoong comienza a hacer un gesto muy común en su hermano. Un adorable puchero, pero que a diferencia de Junsu, la de Jaejoong es totalmente inconsciente.

-Sólo hablo cuando tengo algo importante que decir. –Le contesta Jaejoong aun sin saber de dónde provienen sus palabras. Y se da cuenta tarde de lo que dice. Él nunca habla antes de pensar, es algo totalmente fuera de lo común y cuando va a pedir disculpas mira directamente a los ojos a Changmin y nota que él otro al contario de estar molesto por su rudeza, parecía muy divertido. No supo porque, pero mirarlo hizo que él también quisiera sonreír.

-Ahora lo sé y lo siento de verdad. –Le dice finalmente Changmin, mientras le entrega los libros hojas y cuadernos que reunió.

-Yo-yo también… yo iba distraído y… -Jaejoong de un segundo para otro volvió a ser él mismo y muy nervioso comenzó a disculparse por su torpeza. Causando que Changmin siguiera sonriendo.

-Está bien. –Le alcanza a decir Changmin mientras ve como el otro joven desaparece rápidamente de su vista, ya que se va corriendo del lugar.

Aún sin poder borrar su sonrisa Changmin también decide que es hora de irse y cuando comienza a caminar nota un papel doblado en el suelo. Cree que debe ser de Jaejoong y mira por dónde se fue el joven, pero con la rapidez con la que desapareció es imposible que lo alcance, por lo que decide entregárselo cuando lo vea de nuevo.

Con una sonrisa amarga recuerda que ya no lo verá en su casa, porque ya no tiene ese tipo de relación con Junsu y a pesar de que cuando éste le contó que tenía novio formal y ya no podría estar más con él de esa forma, él le dijo que no había problema, que podían seguir siendo amigos, que no tenían nada formal, como habían acordado cuando comenzaron a acostarse y que no habían sentimientos involucrados y todas esas tonterías. Pero no fue para nada sincero. No quiere verlo con otro y además está seguro que Junsu no tendrá tiempo para él de todas formas.

Co un suspiro de derrota, mete el papel en su bolsillo y decide que se lo entregará cuando lo vea en la universidad.

*

Cuando Changmin ya se encuentra en su habitación luego de haber cenado, decide dormir temprano esa noche, ya que tuvo un día bastante agotador. Vivía con sus padres, por ser de la cuidad no tuvo que mudarse.

Al comenzar a sacarse la ropa para dejarla en el cesto de la ropa sucia, revisa sus pantalones y se da cuenta del papel en su bolsillo. Lo había olvidado por completo. Con el papel en sus manos se dirige del baño a su habitación y cuando iba a dejarlo en su escritorio, le surge una repentina curiosidad. Nunca ha sido muy curioso pero el papel le parece sospechoso, ya que estaba doblado en cuatro y no parecía un apunte con información o algo parecido, por lo que se deja dominar por la curiosidad y se dispone a leerla.

De inmediato se da cuenta que es una carta y por las primeras líneas es muy personal. Changmin deja que un segundo su conciencia lo moleste, pero pronto la ignora y continúa leyendo hasta el final.
Se dio cuenta de dos cosas leyendo la carta. La primera fue que el autor tenía un don para escribir. La forma en que expresa sus más puros sentimientos lo llegó a conmover profundamente y lo segundo es que el autor estaba en un gran problema, ya que la carta estaba dirigida hacia el que ahora es novio de su hermano. Es decir, sufría por un amor no correspondido.

Changmin mientras se dirige a su cama a acostarse, piensa que el tal Yoochun es muy afortunado por poder lograr que alguien te quiera de una forma tan pura y honesta. Sintió hasta envidia por el sujeto. Hasta ahora había sentido celos, pero lo que sentía en estos momentos era algo diferente y molesto. ¿Por qué era tan especial, que no sólo Junsu lo había escogido, sino que también tenía a alguien que lo amaba de esa forma?

Cuando está a punto de apagar la lámpara, como si de un rayo se tratara, un pensamiento cruza por su cabeza. Es una idea algo estúpida y sí lo pensaba bien, bastante infantil. Cliché era el otro adjetivo que se le venía a la cabeza, pero como en tantas ocasiones podría resultar.

Mientras más lo pensaba, más le parecía una buena idea y más ganas le daban de llevarla a cabo. Lo más importante y difícil a la vez, sería convencer a la otra parte interesada. Con una sonrisa finalmente apaga la luz y se acomoda. Mañana hablará con él y tendrá que armarse de paciencia para convencerlo, porque está completamente seguro que no será fácil.

Y esa noche ocurre algo que no había pasado en toda esa semana y es que por primera vez en estos días, no es el rostro de Junsu lo que se imagina antes de dormir, sino que esta vez el rostro que imagina y recuerda es la de un nervioso chico, que por un momento se volvió en alguien con mucho carácter y que logró sacarle más de una sonrisa y ahora su simple recuerdo está ocasionando lo mismo. Finalmente con una sonrisa Changmin logra conciliar el sueño sin problemas.


Afire Love. Capítulo 6

Resultado.

Cuando Changmin ve a un nervioso Jaejoong al día siguiente, no puede contener su sonrisa. Se veía tan perdido. Lo ve desde lejos cómo titubeaba si acercarse o no al grupo de gente que se había juntado al borde de la playa más cercana a las cabañas en las que se hospedaban. Era una persona totalmente opuesta a como se veía en la oficina, muy seguro y profesional.

Parece un adorable niño pequeño piensa Changmin con un sentimiento que hace que una calidez lo inunde y sin pensarlo se le acerca rápidamente.

-Hola. –Lo saluda simplemente Changmin.

-Oh, hola… ¿llegué tarde?

-Claro que no, recién se están reuniendo, aún faltan por llegar.

-Oh, qué bueno… como me quedé dormido pensé que llegaría tarde…

Changmin pudo notar la inseguridad y el nerviosismo en el hombre ahora desde cerca y ese sentimiento de calidez y ternura ahora parecía sobrecogerlo, por lo que rápidamente quiso distraerlo.

-¿Qué es eso? –Le dice cuando se da cuenta de una bolsa alargada que Jaejoong deja en el suelo.

-Me lo pasó el dueño del hospedaje, es una malla para instalarla y jugar voleibol. Es un hombre muy agradable, cuando me vio saliendo me la ofreció de inmediato… mira aquí está el balón. –Le dice mientras saca un balón del bolso que traía.

-Genial, seguro les gustará al resto… por cierto, ya pensé que te pediré cuando gané la apuesta. –Le dice Changmin con una sonrisa.

-¿Qué? –Le pregunta Jaejoong rápidamente.

-Te lo diré después, por ahora recuerda que no debes hacer trampa.

Jaejoong sólo asiente con una enorme sonrisa y Changmin con una más amplia, se quedan mirando por unos segundos antes de que una fuerte voz los interrumpe.

-Jae, porque no me esperaste. –Le dice Hyuk.

Jaejoong voltea de inmediato. El otro hombre se acerca a paso rápido  y con una sonrisa le pregunta.

-¿Qué traes puesto?

-Mi traje de surf, pienso surfear, me dijeron que las olas eran muy buenas.

-¿Desde cuándo surfeas? –Le pregunta Jaejoong ahora riendo.

Changmin no escuchó la respuesta porque en su mente pasaron las imágenes de esa noche que quiso olvidar, pero al parecer no tuvo mucho éxito en esa misión. Recordó con mucha tristeza que lo más probable es que Jaejoong haya vuelto con su jefe y quiso salir de ahí corriendo. No quería verlos besarse en frente de él otra vez. El pensamiento hizo que un pánico irracional se apoderara de él y mirando al suelo y moviendo un pie para salir corriendo, se da cuenta que su jefe le dice algo.

-Changmin, que bueno que estás aquí, él encargado de la cabaña me dijo que en un lugar por aquí cerca se pueden arrendar tablas, pero como no conozco este lugar creo que me puedo perder, ¿puedes ir a hacerlo por mí?

-S-sí… -Le alcanza a contestar Changmin pero es detenido por la voz de un muy molesto Jaejoong.
-¿Estás loco?, no estamos en la oficina y Changmin no está trabajando, si quieres surfear anda a buscar tú la tabla.

Changmin algo sorprendido intenta decir algo. –No hay problema, yo puedo… -Pero se detiene por la mirada de Jaejoong. El hombre lo miraba con el ceño fruncido, se notaba muy enojado y ya no pudo seguir hablando.

-No puedes, porque quedaste de acompañarme, vamos. –Le dice esta vez con la autoridad que muestra en el trabajo y se va caminando rápidamente en dirección a la playa.

Changmin no tiene otra opción que seguirlo y se va detrás de él sin mirar a su jefe.

-La verdad es que no entiendo, como pude ser tan… -Iba murmurando Jaejoong. Changmin no entendía lo que decía y se sorprendió cuando el otro se detiene abruptamente.

-Escúchame Changmin, no tienes que hacer nada de lo que te pida, ¿me entiendes?, no es tu jefe aquí y tampoco tienes que decirle jefe o algo parecido, sólo ignóralo, ¿ok?

-Pe-pero, no puedo hacer eso, además si me lo pide como favor yo…

-No me entiendes, tampoco tienes que hacerle favores, porque se va a aprovechar y te pedirá cosas sin parar… él es como un niño mimado que no sabe hacer nada por sí mismo, siempre ha estado rodeado de gente que hace las cosas por él, por eso ya es momento que aprenda a hacerlo, por favor dime que harás lo que te digo.

Changmin al ver el rostro suplicante de Jaejoong no tiene más remedio que asentir.

-Bien, ahora… -No alcanza a terminar lo que iba a decir porque es interrumpido por una voz bastante particular.

-Changmin, ya llegaste… -Dice Junsu acercándose rápidamente hacia ellos. Los había visto conversando no muy lejos de donde se encontraban todos y antes de que alguien más los viera se apresuró a acercarse. No podía permitir que su amigo ahora sea motivo de rumores y menos con la defensa que hiso ayer en la noche del gerente.

-Buenos días, Señor Kim. –Le dice a Jaejoong.

-Hola Junsu, pero no me digas así, me puedes decir Jaejoong.

-No puedo. –Dice rápidamente Junsu, con los ojos muy abiertos.

-No estamos en el trabajo, por lo que no es necesario que me llames así. -Intentó convencerlo Jaejoong.

-Creo que no puedo, pero lo intentaré. –Le dice Junsu.

-Está bien. –Le contesta Jaejoong riendo por la sinceridad del joven.

Cundo Junsu escucha también la risa de Changmin, recuerda cual fue la razón por la que se les acercó.

-Changmin, tengo que hablar contigo un momento.

-Claro, dime. –Le dice mientras comienza a caminar nuevamente junto con Jaejoong.

Junsu le iba a decir que tenía que ser en privado, pero no alcanza a hacerlo porque su amigo y el gerente caminan rápidamente, así que se apresura por alcanzarlos.

-Debe ser en… -No alcanza a terminar porque ya están llegando a donde está el resto de la gente y nota como estos se quedan paralizados mirando cómo se acerca Jaejoong.

Cuando Jaejoong nota que todos se iban a inclinar para saludarlo alcanza a detenerlos.

-No es necesaria tanta formalidad. –Les dice saludándolos con la mano. –Ya le dije a Junsu que no me tiene que llamar señor, eso dejémoslo para el trabajo, llámenme Jaejoong por favor. -Termina con una sonrisa algo nerviosa, pero el único que la nota es Changmin quien vuelve a sentir unos deseos tremendos de borrar ese nerviosismo.

Pero no alcanza a hacer o decir nada, ya que es interrumpido por la secretaria del departamento de ventas.

-Está bien… Jaejoong. –En cuanto lo dice se avergüenza y se cubre la cara con las manos causando la risa de todos y aligerando el ambiente de inmediato.

Por lo que Changmin con una sonrisa se da cuenta que ya no es necesaria su intervención.

*

Después de tomar desayuno los que no lo habían hecho, decidieron instalar la malla de voleibol y jugar un torneo de dobles.

Changmin y Jaejoong alcanzaron a mirarse un segundo después de que anunciaran que se formen las parejas, pero Junsu fue más veloz y en voz alta dijo que él sería pareja de Changmin. Jaejoong decepcionado se da cuenta que Hyuk se le acerca. No tendría más alternativa que jugar junto a su ex.

-Ya pedí algunas tablas por si alguien más quiere surfear.

-Buena idea. –Le dice Jaejoong sonriendo. Quizás había sido muy duro con el hombre.

-Seremos pareja entonces. –Le dice sonriendo también Hyuk.

-Sí, pero ¿sabes jugar?

-Un poco.

-Está bien, sólo divirtámonos. –Le dice Jaejoong.

-Ok.

Habían decidido dividirse en dos grupos y luego las dos mejores duplas de cada grupo, jugarían una semifinal para llegar a la final.

Mientras iban jugando, Jaejoong y Huyk compartieron con el resto. Conversaban, se reían y alentaban a los equipos y cuando fue su turno no lo hicieron tan mal, al menos ganaron, estrechamente, pero lo hicieron. Jaejoong sólo esperaba que sus contrincantes no se dejaran ganar a propósito.

No alcanzaron a terminar el torneo cuando ya todos tenían hambre, así que fueron a almorzar. Junsu no se separó ni un segundo de Changmin y éste ya estaba algo cansado.

-No es necesario que estés a mi lado todo el tiempo. –Le dice en voz baja mientras se dirigen a comer.

-Creo que sí lo es.

-¿Por qué…?

-Porque estabas demasiado amistoso hace unas horas y si lo notaba alguien más, ya sabemos lo que va a pasar.

-Ya sabes que no me interesa que…

-Lo sé, pero no te das cuenta que esto puede arruinar tu lugar en la empresa.

Changmin se queda en silencio. Su amigo tenía razón, pero quería que Jaejoong tuviera un buen momento y que no se sintiera fuera de lugar o excluido. Al verlo conversar con otro empleado se da cuenta que quizás el otro hombre ya no lo necesite y resignado asiente.

-Bien, ahora siéntate conmigo. –Le dice Junsu cuando llegan al comedor disponible para ellos y se disponen a almorzar.

*

Luego de que algunos surfearan o lo intentaran, porque la mayoría jamás lo había hecho, regresaron a terminar su torneo improvisado y ya estaban jugando en las semifinales.

Sin tardanza, ya sabían quiénes serían los primeros finalistas; Changmin y Junsu y ahora se estaba definiendo el segundo finalista. Jaejoong y Hyuk llevaban una ligera ventaja a sus oponentes y en estos momentos estaban definiendo el último punto. Estaban todos expectantes y con un gran saque se quedan finalmente con el partido la pareja de Jaejoong y Hyuk. Celebran abrazándose y Hyuk no desaprovecha la oportunidad de hacerlo fuertemente y robarle un beso en la mejilla.

Mientras todos aplaudían, Changmin miraba al suelo, no quería ver eso, a pesar de estar contento porque Jaejoong lo estuviera pasando muy bien.

El duelo final lo comenzaron a jugar después de que se refrescaran y comieran algo, no se habían dado cuenta pero ya está avanzando la tarde y pensaron en dejarlo para mañana, pero al siguiente día partirían y no tendrían tiempo, así finalmente decidieron terminar hoy. Fue un gran partido y ambos estaban dando lo máximo. Pero se notaba la superioridad de Changmin y Junsu.

Cuando ya estaban terminando y a un punto de que Changmin y Junsu ganaran, a Jaejoong se le ocurre una idea. Era arriesgado, pero por alguna razón no quería perder. Menos cuando vio cómo se abrazaban los amigos después del último punto.

-Me esperan un segundo. –Les dice para comenzar a sacarse su camiseta sin mangas. Lo hace lento con toda la intención de llamar la atención de Changmin, lo que no sabía es que no sólo llamaría la del joven sino también la de su compañero de juego y de todos los espectadores en realidad. Algunos estaban como el par de hombres en la cancha y otros curiosos por ver si tendría alguna marca sospechosa. Luego de quitársela la lanzó a la arena y rápidamente hiso su saque, el cual ninguno de sus contrincantes pudo contestar. Changmin porque seguía medio aturdido y Junsu porque intentaba que su amigo despertara.

Jaejoong intenta mantenerse calmado al notar como Changmin lo observa. No lo hace tan abiertamente, pero puede sentir su mirada sobre él. El hombre no le había prestado atención en todo el día, salvo en la mañana y al verlo tan junto con Junsu, no pudo evitar pensar que quizás no eran sólo amigos y compañeros, pero ahora sus dudas se dispararon un poco. Changmin aún estaba atraído hacía él.

Con una gran sonrisa toma el balón y cuando se la va a pasar a Hyuk para que saque, se da cuenta que también lo está mirando apreciativamente y esto le provoca cierta incomodidad. Pensaba que su ex ya debería estar resignado a que su relación terminó definitivamente. Ahora perdiendo la sonrisa le tira le balón para que haga el saque y deje de mirarlo. Se arrepintió en seguida. Hyuk también estaba distraído y se dio cuenta que su plan funcionó a medias. Con resignación pierden los puntos finales y terminan perdiendo el partido.

Entre aplausos celebran a la pareja ganadora y Jaejoong con una sonrisa observa a Changmin sonreír y recibir las felicitaciones y mientras lo observa se da cuenta que Junsu lo está observando a su vez a él y borra su sonrisa de inmediato. ¿Será verdad lo que está pensando? Desviando la mirada, fue a buscar su camiseta. Quería ir a felicitar también a Changmin pero se arrepintió. No quería confirmar lo que más temía en esos momentos.

*

Jaejoong estaba en la misma cerca que la noche anterior. Con la diferencia que no había una botella a sus pies.

Habían cenado en una gran mesa. Como durante el día, todos habían sido amables con él y Hyuk, por lo que fue sencillo compartir. Incluso Hyuk también había sido amable y al parecer disfrutó de igual forma que él, las bromas y las risas.

Pero Jaejoong no había estado tan atento al resto sino más bien a una sola persona. Changmin le sonrío un par de veces, pero cuando Jaejoong le correspondía, no podía evitar mirar hacia el lado de Changmin y ver a un serio Junsu, quien lo observaba de la misma forma que al final del juego y no se podía sacar de la cabeza esa pregunta que no lo dejaba en paz. ¿Changmin y Junsu… eran más que amigos?

Con un suspiro vuelve a mirar el cielo y de repente siente como ayer en la noche una mirada sobre él, por lo que se voltea rápidamente.

-Hola. –Dice con una sonrisa sincera. A pesar de sus dudas, siempre el ver al otro hombre le provocaba una alegría gigante. –No te escuche llegar.

No habían quedado de juntarse, pero por alguna razón ambos sabían que tenían que estar ahí.

-Hola. –Contesta Changmin sonriendo también. –Espero no haberte asustado.

-No… -Le dice riendo Jaejoong. –Sabía que eras tú.

-¿Cómo lo sabías? –Pregunta Changmin curioso.

-No lo sé, sólo lo sabía. –Le contesta Jaejoong algo nervioso y desviando la mirada. No podía decirle que había sentido su mirada y que sólo con eso lo reconoció. Tiene que tragar fuerte cuando siente que Changmin se acerca y se sienta a su lado como la noche anterior.

Ambos se quedan en silencio. Changmin mirando al suelo y Jaejoong el cielo.

-Creo que gané. –Dice Changmin de repente.

-Ah… -Dice Jaejoong sonriendo. –No estoy muy seguro…

-Yo sí estoy muy seguro.

-Pero…

-Nada de peros.

-Déjame hablar. –Le dice Jaejoong volviendo a reír. –Te digo que no tenemos como saber quién ganó.

-Claro que sí. Fui testigo de cómo te llevaste con todos.

-Pero no sabemos…

-Eh… deja de buscar excusas, yo gané. –Le dice Changmin con convicción, cruzando los brazos y frunciendo el ceño. No dejando lugar para más discusión.

Jaejoong sólo lo mira y vuelve a reír. –Está bien, ganaste.

-Así me gusta. –Le dice Changmin sonriendo más ampliamente.

-Entonces… ¿qué me vas a pedir? –Le pregunta Jaejoong expectante. No está molesto por haber “perdido”, al contrario, si puede hacer algo por Changmin lo haría de inmediato.

Changmin se queda en silencio y vuelve a mirar el piso antes de contestar. Por un momento duda de su idea. Si se permite esta licencia, todo lo que ha hecho hasta ahora para evitar al otro hombre sería en vano.

Cuando no lo veía, ya era difícil dejar de pensar en él, y además agregarle a estos días que han sido una bendición, uno extra, no sería una buena idea para el propósito de olvidarlo definitivamente, pero… pero quería, no… necesitaba unos momentos más con Jaejoong.

-¿Changmin? –Le dice Jaejoong mirándolo al rostro, al notar esos largos segundos de silencio.

-Ah, perdón… ¿recuerdas cuando nos conocimos?… me dijiste que hacías el mejor kimchi Jjigae del país… me gustaría probarlo.

Ahora el que se queda en silencio es Jaejoong. ¿Había escuchado mal? Si había escuchado bien, esto significaba que le estaba pidiendo… una especie de cita, pero eso era imposible. Changmin no quiere nada con él, sólo estaba siendo amable en este paseo, porque ya fue muy claro al decirle que no podían estar juntos.

-¿Quieres que te invite… a mi casa? –Le pregunta finalmente.

-Ah, eso… -Changmin no sabía que contestar, porque era exactamente eso lo que le estaba pidiendo.

Avergonzado y algo arrepentido Changmin pasa su mano por su cabeza. –Quizás es mejor que…

-Está bien, sí, puedo hacerlo. –Le dice rápidamente Jaejoong. No puede perder esta oportunidad. Aunque sea una vez más, quiere estar de nuevo a solas con el hombre. En una cita de verdad. –Pero… quizás haya exagerado con eso de que sea el mejor…

Changmin se ríe. No puede creer que esto esté sucediendo. –Seré honesto y te diré si es el mejor.
-Ok. –Le dice Jaejoong muy contento.

Cuando ambos escuchan voces de lejos, se bajan de la cerca y se miran a los ojos. Frente a frente.

-Es mejor…

-Sí… hasta mañana.

-Hasta mañana, que descanses.

-Tú igual.

-Pero… anda tú primero, por si alguien… ya sabes. –Le dice Changmin algo avergonzado.

Jaejoong entiende y menos contento que hace unos segundos asiente. Changmin teme que los vean juntos y es natural. Esa es una de las razones porque no pueden salir como dos personas normales que se gustan y mucho.


Con un suspiro y una última sonrisa de despedida se dirige a su cabaña y deja a Changmin, que no le quita la vista hasta que desaparece de su campo de visión. 

Afire Love. Capítulo 5

sábado, 4 de marzo de 2017

Rumores y verdades.

A Changmin quien lo tiene que ayudar a llegar a su casa, es obviamente su amigo Junsu. No le hace ninguna gracia y por un segundo quiso dejarlo tirado en el bar, pero cómo el buen amigo que es y pensando que esto se lo iba a cobrar, con mucho esfuerzo lo lleva a su auto. Él no bebe así que perfectamente puede manejar.

Fue más difícil lograr que entrara a su departamento, porque a esas alturas Changmin cooperaba muy poco, pero con un triple esfuerzo logra dejarlo en su sofá. Ya no podía más, así que no puede dejarlo en su cama. Pasando su mano por su frente logra secar su sudor y se queda observando a su amigo, quien balbuceaba algo inentendible.

Sabía porque se había puesto así o más bien se lo imaginaba, pero el caso es que su problema tenía un nombre, y cada vez sabía menos como ayudarlo. Con un suspiro va a buscar una manta al cuarto de Changmin y lo lleva a la sala para cubrirlo con esta. Se preocupa de dejarlo de lado y decide quedarse a acompañarlo, aunque está seguro que cuando se despierte con su horrible resaca lo echara a patadas de su casa.

*

Después de soltarlo lentamente, Hyuk se da cuenta que Jaejoong no movió un músculo, se había quedado paralizado desde que lo abrazó.
-Yo… creo que voy a… -Le dice Jaejoong antes de voltear y devolver lo poco que comió en la cena.
Hyuk se apresura a ayudarlo, frotándole la espalda y diciéndole unas palabras de ánimo y cuando está seguro de que termina lo guía hasta el lado de copiloto de su auto. Jaejoong no dice nada y se deja llevar sin reclamos.

Huyk sabía que algo le sucedía a Jaejoong, pero el estado de su relación, era bastante indefinida. No eran amigos, porque Jaejoong no lo quiso, tampoco eran colegas, ya que no se dedicaban a lo mismo. Y se veían muy poco en la oficina. Para su pesar eran simples ex, que por trabajar en el mismo lugar físico se veían de vez en cuando. No sabía que le sucedía y tampoco se atrevía a preguntar y estaba seguro de que si lo hiciera, Jaejoong no se lo diría.

Cuando llegan a la casa de Jaejoong, se da cuenta que éste con dificultad sale del auto y comienza a dirigirse a su casa, de nuevo sin decir palabra alguna y Hyuk se apresura en intentar ayudarlo, pero ve bastante impresionado como Jaejoong a pesar de la condición en la que se encuentra, saca las llaves de su chaqueta y la coloca en la cerradura para luego entrar y cuando creía que iba a cerrar la puerta escucha un “gracias” en voz baja, antes de que ahora sí, la puerta se cerrara.

*

-¿De verdad?, ¿por qué? –Pregunta Jaejoong curioso.

-¿Por qué… qué? –Le pregunta ahora Hyuk, no entendiendo lo que pregunta Jaejoong.

-¿Por qué lo hacen separados?

-¿No es obvio?

-No.

-Ya sé que tú tienes esas ideas de que todos somos iguales, pero aquí es diferente.
Jaejoong se sorprende al escuchar eso, a veces no sabe cómo estuvo enamorado de ese hombre.

-¿Ideas?

-Ya sabes de lo que hablo, tus ideas de igualdad y esas tonterías.

-¿Sabes que nadie es mejor que otro, porque tiene más estudios o porque tuvo la suerte de nacer en una familia con dinero, cierto?

Hyuk se quedó callado. Y Jaejoong no sabe cómo se es tan ciego cuando se es joven. Es la única razón que explica porque se casó con un hombre como él.

-Las cosas son así, el viaje para los ejecutivos y jefes son en un hotel de un lugar que escoge por lo general el gerente o sea tú y el resto de los empleados se preparan un paseo por un lugar más económico y que ellos mismos se organizan, creo que arriendan cabañas y esas cosas que hacen ellos
.
-“Esas cosas que hacen ellos”, lo dices como si fueras el rey y el resto los plebeyos.
-No quise decir…

-Ya basta, no quiero escucharte más. Creo que se han perdido una excelente oportunidad de conocerse más entre todos. Para esto son los paseos en las empresas, para conocerse y compartir entre todos, para afianzar las relaciones y también para divertirse sin etiquetas y barreras.

-Sí, suena perfecto en tu mundo ideal.

Jaejoong decidió ignorar la burla en las palabras de su ex.

-Pero tienes que hacerlo como se ha hecho por años, algo que tú padre siempre hizo.

-Mi padre es un dinosaurio.

-Wow, no sabía que se llevaran mal.

-Claro que no, es sólo que pensamos muy diferente.

-Lo sé, pero también tienes que tener en cuenta que el resto también lo hace cómo tu padre, ¿crees que los ejecutivos que llevan tantos años cómo los llevaba tu padre, les gustara tu idea y sin reclamos se mezclarán con los empleados?

-No, pero…

-Jae, tienes que tener cuidado, ya he escuchado algunas cosas acerca de ciertas medidas que quieres implementar. Tu visión no está siendo bien vista por algunos. Creen que eres demasiado…

-Ya lo sé, no soy tonto. Lo supe desde el principio y se lo dije a mi padre. Le dije que si me ponía al mando tenía que ser bajo mis condiciones y estuvo de acuerdo.

-Oh, no lo sabía.

-No tenías por qué saberlo.

-Tienes razón. –Le dijo Huyk algo herido. Él ya no formaba parte de la vida de Jaejoong y éste no dudaba en recordárselo.

-Me advirtió que me encontraría con una fuerte oposición y que él no haría nada por ayudarme.
Huyk pensó que eso sonaba como algo que diría su ex suegro.

-¿Sólo has escuchado ese tipo de rumores? –Pregunta de pronto Jaejoong.

-Sí, ¿por qué?

-No, por nada… -Jaejoong no le quiso contar. Quizás aún no eran tan fuertes los rumores para desprestigiarlo y se tranquilizó un poco. Quizás aún podía hacer algo para detenerlos, pensó con un optimismo que no sabía de donde sacaba.

-Jae, toma esto como un consejo amistoso, no puedes llegar e intentar cambiar cosas que se han hecho así por siempre, no puedes desordenar todo e ir en contra de gente con muchas más experiencia y más capacitada que tú. Tienes que establecer tus límites.

Hyuk lo dejó solo en su oficina, después de decirle esas palabras.

-Ya lo veremos. –Dice Jaejoong con un especial brillo en sus ojos y en voz alta, para acto seguido llamar a su secretaria.

Jaejoong ya había identificado los puntos débiles de la empresa tanto en organización, en recursos humanos,  en administración y en ejecución. Había estudiado en detalle las metas y los desafíos, el presupuesto y también las cosas técnicas como por ejemplo el soporte computacional. Tenía todo analizado hasta en su más mínimo detalle. Su plan era tan ambicioso como polémico y aunque aún no lo ha presentado en su totalidad, los principales interesados o quizás perjudicados de alguna u otra manera, ya querían detenerlo.

Era cierto que su visión de las cosas era algo idealista y siempre tuvo problemas por esto, pero sabía que con un poco de voluntad las cosas podían mejorar. A él le parecía inconcebible argumentos como el que acaba de escuchar, “Es que las cosas siempre se han hecho así”. Para él si algo se estaba haciendo mal o deficiente y se podía hacer de otra forma mejor, haciendo cambios importantes, él no retrocedería y lo haría sin chistar. Sobre todo si encontraba cosas que bordeaban lo ilegal.

Antes de asumir se lo dijo a su padre y éste lo aceptó. Fue algo inesperado, pensaba que su padre no se lo permitiría, pero una vez más lo sorprendió. Su padre en ocasiones era un misterio para él.
Ahora iba a hacer algo que quizás le traería problemas innecesarios. Después de todo era un simple paseo. Pero quería molestar un poco más, sobre todo después de escuchar que habían esparcido rumores infundados sobre él. Habían iniciado una campaña sucia y no se quedaría de brazos cruzados. Él se quería tomar una pequeña revancha. Pensó con una sonrisa.

Además en un rincón de su cerebro apareció el rostro de cierto empleado que le gustaría ver una vez más, en un lugar que no fuera la empresa. Claro que pronto intentó borrar ese pensamiento, que antes de ser borrado fue interrumpido por la secretaria que entró a su oficina.
Y con una sonrisa le da algunas instrucciones.

*

Changmin intentó contagiarse con la alegría del viaje que se preparaba todos los fines de año. Pero falló, no le entusiasmaba lo más mínimo. Aunque de todas formas iba a ir, porque Junsu por ningún motivo le dejaría faltar. Así que ahora se encontraba en camino al lugar del encuentro.

Como todos los años, él se movilizaba por su cuenta para llegar al lugar. Este año el sitio escogido fue una playa cercana a Busan. Cómo la distancia no era muy larga decidió abordar el tren. Se quedarían el fin de semana en unas cabañas que arrendaron a unos lugareños. Ya habían visitado ese sitio hace algunos años, pero solo los empleados más antiguos habían ido y no pusieron objeción cuando se les dijo que había sido el lugar escogido, al contrario a todos les pareció una gran idea, ya que habían disfrutado mucho del lugar en aquella ocasión. En total eran 20 empleados, el resto por diversas razones no pudo ir, pero ese era la cantidad aproximada que siempre asistía a este tipo de actividades.

Después del tren tuvo que abordar un autobús y cuando finalmente llegó ya se encontraban unos cuantos reunidos en la entrada de las cabañas. A Changmin le pareció un hermoso lugar a simple vista y ya estaba con muchas ganas de recorrer el lugar. No se había dado cuenta que Junsu ya había llegado y éste con su risa característica lo saluda con una palmada en la espalda asustándolo y provocando que saltara en el lugar. Esto no sólo causó la risa del bromista de su amigo sino que también del resto que se encontraba ahí.

-No es chistoso. –Le dice entre dientes Changmin.

Pero esto sólo causó que su amigo riera más fuerte. Changmin resignado lo mira con ojos amenazantes que no surten ningún efecto. Pero sus deseos asesinos son interrumpidos por el ruido de un motor. Todos voltearon con curiosidad a ver quién era, ya que por lo general ninguno iba a esta clase de paseos en auto y menos en uno como ese, era muy moderno y lujoso.

Changmin creyó por un segundo que estaba alucinando, por lo que entornó muchos los ojos para cerciorarse de que estaba viendo correctamente.

Un hombre muy guapo y muy parecido al nuevo jefe de todos en ese lugar, se bajó lentamente del automóvil. Parecía salido de un comercial pensó Changmin anonadado. No era el único por cierto, todos los demás estaban igual de perplejos. Jamás en todo el tiempo vieron al jefe de los jefes asistir a un paseo con ellos. La plana ejecutiva tenía sus propias reuniones en hoteles y quien sabe con qué otros lujos que ninguno se atrevía siquiera imaginar.

Cuando se les acercó, ya la mayoría había despertado del trance, pero Changmin seguía con la misma expresión, que cambió cuando Junsu le dio un leve codazo en el estómago.

-Hola, ¿cómo están? –Los saludó Jaejoong animadamente.

El primero en reaccionar fue Junsu, quien con una inclinación de noventa grados saluda. Rápidamente el resto hace lo mismo, incluido Changmin.

-No-no es necesaria la formalidad. –Les dice Jaejoong con una sonrisa, igual haciendo lo mismo saludando con una inclinación. –Se preguntaran que hago aquí, así que se los diré inmediatamente. -Continuó con una sonrisa aún más amplia, mirándolos a todos o a casi todos, ya que siempre evitaba mirar a cierto empleado.

-Cómo soy nuevo en esto, creí que todos los trabajadores de la empresa asistían a la misma reunión por lo que cité a todos a este lugar. Después me dijeron que extrañamente se hacía por separado, lo cual creo innecesario. Deberíamos todos tener un momento de diversión y conocernos más. –Lo dijo con su característica forma de dirigirse cuando exponía algo y que habría causado el efecto deseado, sino fuera porque a todos les parecía demasiado extraña la situación.

-Eso quiere decir, ¿qué vendrán los otros jefes? –Preguntó un empleado.

-Sí, claro. –Le contesta Jaejoong sin perder la sonrisa.

Las reacciones fueron variadas, pero todos intentaron disimularla en frente de Jaejoong, quien se disculpó por un momento para ir a estacionarse.

-No puede ser.

-¿Tendremos que ver a los jefes incluso aquí?

-Pero lo hizo con buena intención.

-Pero…

Siguieron murmurando hasta que llegó el administrador de las cabañas para hacer entrega de las llaves y darles ciertas instrucciones.

El único que continuaba sin reaccionar era Changmin, pero como siempre Junsu lo volvió a la realidad, de nuevo con un leve codazo en el estómago.

-Deja de hacer eso. –Le reclama Changmin.

-Es la única forma de que despiertes.

-Estoy despierto.

-Seguro. –Le dice Junsu con una sonrisa torcida que borra de inmediato al ver la cara de preocupación de su amigo. –No te preocupes, no estarás solo con él. Esto es cómo en la empresa, no tienes que verlo.

-Lo sé, voy a estar bien, no te preocupes por mí. -Le dice Changmin con una sonrisa de agradecimiento.

-Aunque todo esto es muy extraño, ¿no te parece?
-¿Qué quieres decir?

-Que a pesar de ser nuevo, alguien le tiene que haber dicho como se hacen las cosas con respecto a los viajes del personal.

-¿Qué insinúas?, ¿qué lo hizo a propósito?

-Puede ser. –Le dijo Junsu pensativo. El problema era la razón por la que lo hizo. ¿Será su amigo la causa de que el jefe cometiera esta equivocación? Se voltea a mirarlo por un momento mientras se dirigen a sus cabañas asignadas. Se ve muy perdido en sus pensamientos.

Recuerda esa reunión que tuvieron hace unas semanas los tres y podría jurar que el señor Kim estaba igual que su amigo. El problema eran los rumores que había estado escuchando hace unos días. No quería decirle a Changmin porque no sabía cómo iba a reaccionar. Con un suspiro deja de mirarlo y decide no hacer nada por el momento y ayudarlo a que no tenga que encontrarse con el hombre que lo perturba tanto.

*

Jaejoong había arreglado todo a través de su secretaria, por lo que cuando llegó tenían preparadas cabañas para él y los demás ejecutivos que confirmaron la asistencia, en total eran unos diez. Ninguno preguntó mayores detalles del viaje, por lo que todos supusieron que sería en algún hotel lujoso como todos los años. Por eso cuando comenzaron a llegar quedaron sorprendidos por el lugar. Rústico fueron las palabras de uno y en palabras de otro la palabra usada para definir el lugar, fue pintoresco. Pero quedaron verdaderamente impactados cuando se enteraron que estaban con los trabajadores de la empresa y fue en ese momento en que comenzaron a irse.

Algunos solo lo miraron fríamente y se fueron, pero otros le advirtieron que se lo dirían a su padre. Jaejoong se hubiera reído por lo infantil que sonaba esa amenaza, si no fuera porque esto no era lo que había planeado. Quiso molestarlos, era verdad, pero también deseaba que en serio compartieran con los demás trabajadores de la empresa.

Él único que se queda es Hyuk y Jaejoong sabe perfectamente que no es porque le pareciera una buena idea lo de compartir con los demás empleados. La única razón por la que el otro hombre estaba ahí, era él y eso lo hacía sentir peor, si eso era posible en estos momentos.

Con un suspiro observa como el otro hombre intenta mover sus maletas. Con dificultad las saca del maletero del auto y al dejarlas en el suelo mira para todos lados para ver si alguien lo va a ayudar a entrarlas. Como nadie apareció comenzó a moverlas como pudo. Parecía un pez fuera del agua y Jaejoong se hubiera reído si no se sintiera tan desanimado.

Quizás ese hombre tenía razón, pensaba mientras lo veía luchar con esas simples maletas que además tenían ruedas. Ciertas cosas no se pueden cambiar, menos cuando no existe la voluntad. Es algo obvio, pero para Jaejoong las cosas nunca lo son. Él siempre ha querido realizar cambios y salir de lo estructurado que son las cosas sobre todo en un mundo como el suyo. Con otro suspiro decide ayudar al perdido hombre y lo ayuda a acarrear sus maletas para que por fin las pueda meter a su cabaña asignada.

*

-¿Así que todos se fueron?

-Todos, bueno, excepto por el gerente, creo.

-¿Pero por qué?

-Cómo preguntas eso, es obvio que no quieren contagiarse de nuestras enfermedades.

Esto causó la risa de todos en la mesa. Se encontraban todos los empleados reunidos bebiendo algunas copas. Ya habían cenado y decidieron continuar la reunión que estaba resultando muy agradable. Estaban conversando acerca del fracaso del paseo organizado por el gerente.

Changmin no participaba en la conversación, porque no estaba interesado en estar ahí, pero Junsu no lo había dejado solo en ningún momento y prácticamente lo obligó a que lo acompañara. Pero fue suficiente escuchar un nombre para que su atención estuviera ahora dirigida completamente a la conversación.

-Qué decepción, él parece tan amable.

-Pero no sabemos si lo que se dice es verdad.

-Pero todo vimos las marcas.

-No todos.

-Bueno, algunos de nosotros.

-No lo sé…

La conversación continuó así hasta que Jonghyun interrumpió. Era conocido por ser uno de los principales chismosos del lugar -trabajaba en el departamento de ventas- y con su característico tono que pretendía dejar a todos curiosos dijo.

-Pero apuesto que no saben lo último.

Por supuesto que todos cayeron y comenzaron a preguntar y éste con un gesto de la mano les indicó que lo dejaran hablar.

-¿Recuerdan al asistente del señor Park?

Se escucharon sólo respuestas afirmativas, aunque algunos no lo recordaran en realidad.
-Entonces tienen que recordar que se fue inesperadamente y nadie supo que pasó, simplemente dejó de venir a trabajar y después se dijo que se había tenido que ir por otra oferta de trabajo.
De nuevo se escucharon las mismas respuestas afirmativas y pronto todos se callaron para que el otro hombre siguiera con su relato.

Mientras Changmin cada vez apretaba más fuerte sus puños. Sus nudillos ya estaban blancos y si esto continuaba estaba seguro que pronto lanzaría uno al estúpido de Jonghyun. Junsu lo miraba con preocupación pero no podía evitar querer escuchar todo, esto último no lo sabía y para su pesar estaba muy interesado.
-Pues dicen que la verdad fue que lo despidieron y adivinen la razón.

Esta vez nadie dijo nada y expectantes esperaron que el otro hombre continuara.

-Pues es lo que están imaginando, la causa fue el gerente. Dicen que se involucró con él y una vez que ya se hartó lo despidió sin más.

-No puede ser…

-Es terrible…

Los murmullos de desaprobación no se dejaron esperar y Jonghyun parecía bastante satisfecho pero aún tenía más. Cuando Changmin notó que iba a continuar, ya no está dispuesto a seguir soportándolo.
Y cuando ve que se inclina de nuevo para decir otra estupidez, Changmin se pone de pie y dice fuerte y claro.

-Ya basta, es suficiente.

Esta vez todos quedaron más impresionados que con los chismes que estaban escuchando, pero claramente el más sorprendido era Jonghyun.

-No…

-Ya cállate de una vez y deja de decir esas mentiras. –Le dice Changmin, dejándolo con una cara de piedra.

Si algo caracterizaba a Changmin entre los demás empleados de la empresa era su amabilidad y buen carácter. Jamás lo habían visto así, por lo que el aludido no fue el único con la misma expresión.

Pero Jonghyun no se iba a quedar sin contestar.

-Yo no he inventado nada, es la verdad.

-Sí claro, como todos los chismes que has estado esparciendo por ahí desde que llegaste.

Ahora todos con la boca abierta miraban uno y a otro, como si estuvieran viendo un partido de tenis, ya que Jonghyun también se había puesto de pie al oír esto último.

-¿Qué te pasa?, yo no soy un…

-Oh, por favor, ni siquiera termines esa frase.

-Realmente no sé por qué me estás hablando así.

-¿No lo sabes?, pues te lo diré, has estado haciendo esto desde hace tiempo pero nunca había tenido la mala suerte de escucharte, pero esta vez estás frente mío hablando de una persona que sólo ha venido para hacer crecer esta empresa y ayudarnos a todos.

-No me hagas reír, es sólo un hijito de papá.

Changmin que había relajado un poco los puños ahora los volvió a apretar con todas sus fuerzas e inconscientemente da unos pasos amenazantes hacia el otro hombre. Para nadie pasa desapercibido esto y el otro hombre como signo de defensa retrocede un par de pasos. No era tonto, Changmin era mucho más alto y más musculoso que él y no iba a arriesgarse a recibir un golpe de ese hombre.
El único que actúa es Junsu quien muy asustado, ya que como el resto nunca había visto a su amigo de esa forma, se le acerca rápidamente e intenta sacarlo del lugar. Al principio le cuesta mucho, ya que Changmin no se quería mover antes de propinarle un buen golpe de puño al chismoso ese, pero finalmente lo consigue a la fuerza, casi arrastrándolo.

Cuando están solos en la cabaña de Changmin, Junsu por fin logra verlo algo más calmado.

-¿Cómo se te ocurre hacer eso? –Le pregunta Junsu aún muy incrédulo.

-Yo no hice nada, el muy maldito comenzó a decir tonterías, alguien tenía que detenerlo.

-¿Qué no te das cuenta que lo más seguro es que ahora tú serás su tema de conversación?, van a comenzar a preguntarse porque defiendes al gerente de esa forma.

-Eso no me importa, no pude resistir que hablara mal de él. –Dice Changmin ahora en voz baja.

-Pero Changmin… ¿porque lo defiendes tanto?, no sabes si es... –No pudo terminar, porque si las miradas mataran, él estaría ahora tendido en el suelo, sin vida.

Esta vez Changmin cree haber escuchado mal y sólo puede mirarlo amenazadoramente. –No puedes hablar en serio.

-Changmin, tienes que aceptar que no lo conoces como para poner tus manos al fuego por él.

-¿Qué no lo conozco?, yo…  -Changmin no pudo terminar, no porque no estuviera seguro de lo que estaba diciendo, sino porque no podía creer lo que su amigo estaba diciendo. –Lo conozco y te puedo jurar que lo que dicen es mentira. –Le dice finalmente, apretando sus puños inconscientemente otra vez.

-Changmin piensa un poco, no puedes negar que lo que hizo contigo es un signo sospechoso.

-¿Lo que hizo conmigo?

-Ya sabes…

-¿Estás insinuando que me sedujo?

-Es lo que dicen que hace. –Insistió Junsu, quien no sabía porque lo estaba haciendo. Su amigo no parecía querer entender su punto de vista. Y era obvio que en las condiciones en que se encontraba ahora, no lo iba a escuchar.

-Junsu, tú no puedes estar diciéndome esto. –Le dice Changmin, descolocando a Junsu por completo. Changmin ahora no parecía molesto, sino más bien decepcionado y Junsu se sintió mil veces peor que antes.

-Sé que crees que fue especial, pero… -Junsu iba a insistir, pero Changmin ya había tenido suficiente por esa noche.

-Ya basta, no quiero escucharte, sólo déjame solo, por favor. –Termina por decirle Changmin, mientras se acerca a la puerta para abrirla y que su amigo se vaya pronto, antes de que pierda la paciencia nuevamente.

Junsu con un suspiro de derrota se marcha no sin antes darle unas palmadas en su espalda y dirigirle una sonrisa.

Cuando Changmin por fin está solo, se deja caer en su cama y se cubre los ojos con una mano. No podía creer que la gente pudiera ser tan cruel y esparcir tantas mentiras sobre personas que apenas conocían, pero más le dolía que su propio amigo no creyera en su palabra y considerara que esos rumores venenosos pudieran ser verdad.

De repente siente que en esa pequeña cabaña no puede respirar lo suficiente y necesita aire fresco de manera urgente, por lo que sale rápidamente para poder respirar con propiedad.

Camina sin detenerse y sin dirección. Se siente un poco mejor ahora, pero no quiere volver y encontrarse con algún estúpido. En estos momentos todos los demás le parecían eso. Estaba seguro que no todos creían los rumores, pero aun así nadie dijo nada para apoyarlo y hacer callar a ese bastardo. Cuando lo recordaba sentía su sangre hervir y sus puños volvían a la vida.

Un movimiento hace que se detenga y su atención sea dirigida a una figura solitaria que se encontraba sentada en una reja de madera. Se da cuenta que está cerca de las cabañas nuevamente y piensa que puede ser uno de esos estúpidos y se acerca no sabe muy bien porque, quizás quiera seguir peleando, pero no lo tiene claro.

Cuando está lo suficientemente cerca para distinguir quien es, sus pasos son detenidos abruptamente quedando paralizado en su sitio.

Jaejoong se da cuenta de una presencia cuando siente una mirada profunda sobre él. Al observarlo no puede retirar su vista y se queda mirándolo de la misma forma que el otro hombre lo hace, con sorpresa y algo más. El primero en reaccionar es el hombre sentado.

-¿Qué haces aquí?

-Estaba… paseando. –Contesta Changmin nervioso, pero rápidamente.

Jaejoong sólo asiente y vuelve a mirar el vacío, cómo lo estaba haciendo hace un momento. Changmin ve una botella de licor en el suelo, con la mitad de su contenido y se preocupa de inmediato, el hombre parecía muy triste y unos deseos increíbles de subirle el ánimo se apoderaron de él. Así que se acerca con paso firme y se sienta a su lado.

-Y tú… ¿qué estás haciendo aquí?

-Sólo quería un poco de aire fresco, es un lindo lugar.

-Sí, lo es, mañana queremos conocer una cascada de la que nos hablaron y la playa, tienes que venir con nosotros.

Jaejoong se voltea para mirarlo con una media sonrisa. –Tienes que estar bromeando.

Changmin sorprendido también lo mira. –Claro que no, ¿por qué me dices eso?

-Porque nadie quiere que yo esté ahí. Soy el jefe. –Dice con cierta amargura en su voz.

-Eso no es cierto, es verdad que al principio es raro, pero después cuando todos te conozcan de verdad, lo pasaremos muy bien.

-¿Me conozcan?

-Sí, estoy seguro. –Le contesta Changmin con una sonrisa.

-Tú… ¿crees que me conoces? –Le pregunta Jaejoong con una sonrisa amarga, que a Changmin no le gusta para nada

-Es la segunda vez que me preguntan eso hoy día –Y antes de que Jaejoong le preguntara de que estaba hablando continuó. –Sí, lo creo, te conozco lo suficiente para decir que cuando todos te conozcan aunque sea por unas horas en un ambiente como este, les agradaras mucho. Estoy seguro. –Termina Changmin de decirle con una enorme sonrisa.

Jaejoong por un segundo es contagiado por esta, pero pronto la pequeña sonrisa que se estaba formando en su rostro es reemplazada por una expresión de incredulidad.

-No soy ni capaz de agradarle a mis colegas… estoy seguro que todos serán amables conmigo, pero no le agradare a nadie. No quiero estropear su día… sólo disfrútenlo como lo merecen. Gracias de todas formas.

Jaejoong volvió a mirar al vacío después de hablar y con un suspiro dio a entender que quería estar solo. Pero no sabía que el deseo de hacer sonreír al hombre por parte de Changmin era tan grande como los deseos que tenía de abrazarlo y besarlo en estos momentos. Quería borrar esa mirada tan triste que el otro hombre no podía ocultar, ni siquiera mirando para otro lado. Changmin la podía percibir sin siquiera mirarlo.

-Pues entonces hagamos una apuesta. -Dijo Changmin de repente.

-¿Qué?

-Eso, una apuesta, apuesto a que les agradas a todos.

-Eso es…

-Pero no tienes que hacer trampa, nada de portarte mal a propósito, tienes que ser tú todo el paseo de mañana y me lo tienes que prometer. –Le dice Changmin con una gran sonrisa poniéndose de pie y estirando la mano.

Ahora la sonrisa que comienza a formarse en el rostro de Jaejoong no puede ser reemplazada fácilmente y finalmente se deja contagiar por la del otro hombre. Toma la mano de Changmin fuertemente e incluso ríe cuando el otro también lo hace.

Luego de que las risas se detienen, se quedan tomados de la mano por más tiempo. Ninguno quiere soltarse, porque habían extrañado el contacto demasiado como para desaprovechar esta oportunidad. El primero en soltarse es Changmin quien comenzó a sentir su corazón alocado y sabía que pronto sus manos comenzarían a sudar. Con una sonrisa nerviosa se queda en el lugar mirando al suelo.

-¿Y qué vamos a apostar? –Pregunta Jaejoong cuando siente que puede hablar normalmente. También estaba muy nervioso.

Changmin lo mira, sin saber que contestar. No había pensado en eso. –No lo sé. –Contesta honestamente.

Jaejoong vuelve a reír y esta vez es él quien contagia a Changmin.

-Pues tengo una idea. Pensémoslo hasta mañana y cuando sepamos el resultado lo diremos. –Dice Changmin.

-Está bien. –Contesta Jaejoong, quien ahora no deja de sonreír.

Changmin se da cuenta que se tiene que ir pronto si quiere evitar quedar como un tonto. Ya que ahora los deseos de abrazarlo y besarlo se habían multiplicado. Cómo le pasó aquella noche o en la oficina de Jaejoong dónde la atracción se hizo insoportable en ocasiones y pronto cometería una locura, si no se largaba pronto.

-Ya es tarde… me voy a dormir. –Dice en modo de despedida.

-Que descanses. –Le dice Jaejoong.

-Tú igual. –Y Changmin se va lo más rápido que puede.

Jaejoong no pierde la sonrisa en ningún momento, mientras lo ve alejarse. Cuando decide ir a dormir también, ve la botella a sus pies. La toma, retira la tapa y voltea el contenido en el suelo.

Esta noche no, pensó. Esta noche no quería olvidar. 


 
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