Hola! Vuelvo tarde, pero regreso, que es lo importante ^^ Pensé que le quedaban más capis, pero la verdad es que a esta historia le quedan pocos capítulos :( pero volveré con más fics y creo que como este fic, uno será exclusivo de este blog, es decir sólo lo publicaré aquí.^^
Capítulo 11: Secretos
-Changmin… –Escucha que lo llaman y al parecer no era la
primera vez, porque quien lo llamaba tenía el ceño fruncido y le dice. –¿En qué
estás pensando?, estás muy distraído, esta es la cuarta vez que te llamo. –Le
reclama Junsu.
Changmin parpadea muchas veces para despertar y le contesta.
–Lo siento, sólo tengo un poco de sueño, no dormí muy bien.
-¿A sí?, se puede saber la razón. –Le pregunta su amigo con
los ojos levemente entrecerrados, su amigo actuaba sospechosamente desde hace
algunos días.
-Mmm, no lo sé, sólo… a veces me pasa. –Le contesta encogiéndose
de hombros y evitando su mirada.
Junsu lo observa atentamente, mientras se acerca para
hacerlo de una menor distancia. Lo conocía hace bastantes años ya, para saber
que algo extraño estaba sucediendo con su amigo.
-Changmin. –Lo vuelve a llamar, para que éste lo mire a los
ojos.
Changmin suspira antes de mirarlo, su amigo estaba bastante
cerca. Mientras él estaba sentado detrás de su escritorio, Junsu estaba sentado
en el borde de este, mirándolo atentamente.
-Te dije que no sucede nada…
-Oh por Dios… –Exclama Junsu de repente y se le acerca aún
más para observar una marca sospechosa en su cuello, el hombre tenía dos
botones desabrochados. Changmin no fue lo bastante rápido, como para alcanzar a
cubrirse.
-Déjame ver eso. –Le dice Junsu, pero Changmin se separa
antes de que el otro lo fuerce y se levanta rápidamente de su escritorio, para
alejarse de su amigo, que ahora estaba molesto.
-Shim Changmin, me tienes que decir ahora mismo con quien te
estás acostando. –Le dice Junsu levantando la voz.
Changmin se alarma e intenta que baje la voz. –Shh… no
grites, nos pueden oír.
Junsu se cruza de brazos y con una ceja levantada, espera
impacientemente que el otro le conteste.
-Conocí a alguien… –Comienza a mentirle Changmin.
-¿A quién?
-No lo conoces, porque lo conocí hace poco y no es nada
serio.
-¿Cómo se llama?
Changmin, quien se estaba felicitando mentalmente por poder
mentir tan fácilmente, ahora se queda en blanco y dice el primer nombre que
viene a su mente.
-Mi-Minho.
-¿Choi Minho?
Changmin se vuelve a quedar en blanco, había alguien con ese
nombre en la empresa. –No… –Dice rápidamente, cuando se recompone. –Park Minho.
Junsu lo sigue observando de la misma forma. –¿Dónde lo conociste?,
¿cuándo?, ¿qué edad tiene?, ¿dónde trabaja?, ¿por qué no me habías hablado de
él?... y lo más importante… ¿te olvidaste por completo de ya sabes quién?
Changmin siente su corazón más alterado luego de la última
pregunta. Respira profundo antes de contestar.
-En el bar cerca de mi casa, el fin de semana pasado, es un
año menor que yo, ¿qué seguía?...
-¿Dónde trabaja? –Le dice Junsu, quien ahora parecía algo más
convencido.
-Sí, mmm –Changmin tiene que pensar rápido. –Trabaja en una
empresa de computación, es ingeniero, no te había contado porque no es nada
serio todavía y… sí. –Contesta lo último, con un ligero malestar en el
estómago.
Junsu parece más convencido, pero aún era muy pronto para
cantar victoria.
Jaejoong le hizo prometer que mantendrían su relación en
total y completo secreto. Changmin le tuvo que confesar que Junsu sabía lo que
sucedió entre ellos, pero le dijo también que sabía que no habían continuado
con lo que habían comenzado, así que Jaejoong le termino de decir que no podía
contarle que estaban juntos.
Lo habían conversado por horas el último fin de semana.
Luego de las horas en que no se podían dejar de tocarse, finalmente tuvieron
que aceptar que debían conversar.
Luego de recuperar energías con deliciosa comida preparada
por Jaejoong, se sentaron a conversar en la sala del departamento. Mientras
bebían vino, quedaron en muchas cosas, la primera y más importante sería
mantener su relación oculta, hasta que él consiguiera el divorcio y se
consolide en su puesto de gerente. Changmin estaba de acuerdo, aunque no era lo
ideal, pero tendrían que tener paciencia, después de todo la recompensa final
sería estar juntos finalmente, sin inconvenientes.
No tendrían contacto en la empresa, salvo que sea
estrictamente necesario y no sería tan difícil, ya que no trabajaban en la
misma área y hasta el momento no se han topado. Se verían los fines de semana
siempre y entre semanas sólo cuando se pudieran coordinar. Todo secretamente,
no podrían reunirse en sus propios departamentos y tendrían que utilizar los
famosos moteles.
La voz chillona de su amigo lo regresa al presente.
-¿Esta vez es de verdad?
Changmin siente una punzada de culpa. –Lo es. –Pero si
quiere que su relación resulte, tiene que mentirle.
Junsu sonríe. –Me alegro por ti, pero no quiero que te
apresures conociendo a alguien y acostándote tan pronto con él.
Changmin asiente.
-Wow… -Exclama Junsu sorprendido. –Estás realmente on fire
estos días.
-Cómo te dije, no es nada serio.
-Mmmm… esto es nuevo, que seas tan precipitado, quiero decir…
me imaginé que sólo lo hiciste con el jefe porque te gustó mucho desde el
principio, pero ahora… sólo no lo hagas por despecho, ¿ok?
Changmin siente una oleada de gratitud hacía su amigo.
–Gracias y te lo prometo, no lo haré otra vez.
Junsu asiente, puede ver que su amigo ya no está deprimido,
al contrario, está muy contento, estos días lo ha notado incluso feliz, pero
eso no puede ser, hace unas semanas aun pensaba en el jefe, así que debe ser
que ya lo está superando y se alegra que pronto, al parecer, se recuperará por
completo.
Lo invita a almorzar porque ya era hora y juntos se dirigen
fuera del edificio a un restaurant cercano. En ocasiones no almorzaban en el
comedor de la empresa, para variar.
El lugar era amplio y por lo general a esas horas, se
llenaba con los empleados de su empresa, y por lo tanto era común encontrarse
con ellos.
Ellos habían llegado a una hora temprana por lo que
obtuvieron un buen lugar y comieron sin problemas. Changmin intentó desviar el
tema del supuesto hombre con el que durmió y el almuerzo estaba siendo
agradable, hasta que llegaron dos empleados de la empresa que conocían sólo de
vista. Como la mesa era vecina de la suya, y quedaban espalda con espalda. Los
dos y sobre todo Changmin, quien estaba más cerca podían escuchar la
conversación sin problemas. Estaban comiendo el postre y les quedaba muy poco,
por lo que no les molestó al principio, pero cuando Changmin escucha de lo que
están hablando, su ánimo cambia drásticamente.
-¿Sabes quién es?
-Ni idea, pero dicen que es alguien más joven otra vez.
-Si sigue a este paso, lo va a hacer con todo el edificio.
–En esta última parte, el hombre intentó bajar la voz.
-Ya quisieras. –Le dice el otro riendo.
-Eh, que no me gusta, ¿pero sabes a quien sí?, escuche a…
Changmin ya no quería escuchar más y se levanta de su
asiento con un enojo evidente. Aunque no hubo nombres, los dos amigos, sabían
de quien hablaban. Junsu se apresura en levantarse también y cuando ve que el
otro iba a voltear para seguramente reclamarles a los chismosos, lo toma del
brazo y lo arrastra lejos de los otros. Changmin no pone mucha resistencia
porque despierta un poco de su enojo y ve los ojos de preocupación de su amigo.
Se calma un poco y asiente para que él otro lo note.
Pagan su cuenta y se van pronto. Mientras caminan, Changmin
continuaba molesto y Junsu decide hablar.
-No deberías enojarte tanto, después de todo…
-Es mentira, ya te lo dije.
-Lo sé, pero no te estoy diciendo eso…
-Él es un buen hombre y no se merece esto, no sólo eso, es
muy bueno en su trabajo y le gusta mucho, es injusto y me enfurece y a ti
debería enfurecerte también. –Changmin habla con tanta pasión, que Junsu lo
tiene que observar atentamente por unos segundos mientras caminan en dirección
a su lugar de trabajo.
-Tienes razón, no es agradable que hablen de ti y menos si
son mentiras.
-Lo son.
-Pero… tu actúas como si estuvieran hablando de ti, y no
deberías sentirte de esa forma.
-No es eso, ya te dije que son mentiras, por eso me molesta
tanto y Jae no se lo merece.
-¿Jae? –Le dice Junsu algo sorprendido, no lo había llamado
así antes.
Changmin se detiene un segundo y agradece que ya estén
entrando al edificio. Tiene que pensar rápido, mientras esperan el ascensor.
-Sí, es sólo como le dije un par de veces, no es…
-Changmin… –Lo interrumpe Junsu, en ese momento la puerta
del ascensor se abre y ellos entran, hay más personas, por lo que no continúan
con su conversación.
Cuando llegan a su piso, Changmin no sabe cómo huir para no
recibir una interrogación que se imaginaba, su amigo estaba preparando,
agradece a los cielos, cuando a Junsu lo llama la secretaria, a quien
encuentran en el pasillo. Changmin aprovecha de dirigirse rápidamente a su
oficina. Saca el celular de su bolsillo y le envía un mensaje a su novio.
“¿Nos podemos ver ahora?”
Changmin sabía que esto era una de las cosas que jamás
debían hacer, pero está inquieto. La verdad es que se había olvidado de este
problema y no lo había conversado con Jaejoong y ahora sentía que no podía
esperar.
“¿Qué pasa?”
Le contesta Jaejoong, casi en seguida.
“Tengo que hablar contigo.”
“¿Es urgente?"
Changmin lo piensa, quizás no lo era y aunque signifique un
riesgo innecesario, tenían que hablarlo ahora.
“Sí.”
“Ok, veámonos en la oficina de conferencias del sexto piso
en 15 minutos, te estaré esperando dentro, no toques la puerta, sólo entra”
“Ok.”
Changmin sonríe y le envía un emoticón de beso. Jaejoong le
devuelve uno sonrojado y Changmin siente su corazón aletear, junto con las
mariposas en su estómago. Se sienta y toma su celular para ver la hora y cuenta
cada segundo de los minutos, que le dijo Jaejoong que esperara para
encontrarse.
*
No tiene problemas en llegar y se apresura a entrar a la
sala de conferencias. Adentro estaba semi oscuro, estaban sólo las persianas
levantadas a la mitad y sólo la luz de día ingresaba en el lugar.
Cuando ve a Jaejoong casi se olvida de la razón de su
reunión inesperada. Jaejoong estaba sentado en el borde de la mesa del lugar,
mirando por la ventana y cuando siente que él arriba, voltea su cabeza y le dice
que le ponga seguro a la puerta, mientras él se levanta de su lugar y voltea
completamente hacía él.
Changmin se apresura en hacerle caso y va a su encuentro, se
abrazan como si no se hubieran visto en meses, pero no era extraño, ya que tan
cursi como suena, es como se sentían, y es que las horas parecían días y los
días meses.
-¿Pasó algo malo? –Le pregunta Jaejoong luego de separarse
del abrazo y darse un beso firme, pero no profundo, porque no podían
permitírselo en ese lugar.
-No… bueno… sí…
Jaejoong al notar que Changmin no sabía cómo continuar, le
acaricia el brazo para darle valor y que lo haga.
-¿Qué sucede?, sabes que puedes contarme lo que sea.
Changmin asiente y le roba un suave beso esta vez.
-Hace un tiempo… escuché unos rumores…
Jaejoong suspira. Con todo lo que había pasado se había
olvidado por completo de ese tema.
-Lo sé.
-¿Lo sabes? –Pregunta Changmin algo sorprendido.
-Sí, pero no es importante.
-Pero hablan mal de ti y es…
-Sé quiénes los esparcieron o mejor dicho me lo imagino, no
tengo pruebas y no creo que las tendré alguna vez.
-¿Quiénes fueron?
-Tienen que ser los del directorio, los “amigos” de mi
padre.
-No entiendo.
-Te lo explicaré bien cuando nos veamos el fin de semana,
por ahora sólo te diré que hay una oposición desde el inicio de mi llegada como
gerente.
Changmin se preocupa. –¿Por qué?, si eres el mejor gerente
que hayamos tenido.
Jaejoong sonríe. –Gracias, pero a ellos no les interesa eso.
-No entiendo…
-El mundo de los negocios es muy sucio, así que es mejor que
no lo entiendas, pero te diré que yo no suelo darme por vencido.
Changmin no puede evitar que su preocupación crezca. –Es un
asunto de poder, ¿verdad?
-Así es, además no tengo el perfil ideal, soy muy joven,
gay, impredecible, pero te aseguro que lo peor para ellos, es que estoy tomando
medidas “revolucionarias”, no les gusta que sea “cercano” a los empleados y ya
sabes, para desprestigiarme, comenzaron a inventar que era realmente cercano a algunos
de ellos, algo muy infantil, pero que en ocasiones es suficiente para destruir
la imagen y la carrera de alguien, pero te aseguro que este no es el caso. Yo
siempre he sido abierto a todas mis preferencias y no tengo ningún trapo sucio
que ocultar, esto no me dañará en lo más mínimo, te lo aseguro, por favor no te
preocupes… –Lo abraza por la cintura, después de decirle todo esto.
Changmin rodea con sus brazos el cuerpo del otro y entierra
su rostro en el cabello de Jaejoong.
-Eres tan genial. –Le dice con admiración. El hombre era tan
fuerte, inteligente, tan profesional y amaba tanto su trabajo.
-Mmm… gracias. –Murmura Jaejoong, sonrojado, con su rostro
enterrado en el pecho de Changmin. –Pero ya me tengo que ir. –Le dice para
luego separarse y besarlo suavemente en los labios.
Changmin asiente, no lo quiere soltar, pero debe hacerlo.
Se despiden con otro beso y el primero en salir es Jaejoong,
quien observa con mucho cuidado el pasillo antes de salir. Changmin lo hace 5
minutos después, también después de percatarse que nadie lo vea.
*
Jaejoong llega a su casa muy tarde ese día, pero como
siempre le ocurre, después de hablar con su novio, siente que el cansancio
desaparece en cuanto escucha su voz por teléfono.
En cuanto cuelga, recibe una llamada inesperada de su padre.
Con mucha sorpresa le contesta en seguida.
-¿Ya estás en tu casa? –Le pregunta el hombre sin saludarlo.
-Sí, ¿por qué?
-Estoy ahí en un par de minutos. –Y le cuelga rápidamente.
Más sorprendido aun, se queda mirando la pantalla de su
celular, preocupado. Su padre no solía visitarlo en días de semana, menos sin
avisarle con anticipación. No se esperaba nada bueno de esto y por un momento
recordó la conversación que tuvo con Changmin en la tarde e intuyó que a los
oídos de su padre tenían que haber llegado estos rumores. Con un suspiro, va a
abrir la puerta en cuanto siente el timbre.
Su padre entra sin saludarlo.
-Hola, ¿cómo has estado?, ¿qué ha sido de tu vida? –Lo saluda Jaejoong con sarcasmo en realidad.
-No he estado tan bien, como tú al parecer. –Le contesta el
hombre serio, sin rastros de humor en su rostro.
Ya estaban en la sala, su padre abrió su mueble con licores
y le sacó una botella de whisky, se sirve una copa, sin ofrecerlo una a su hijo
y se sienta en uno de los sofás pequeños.
Jaejoong vuelve a suspirar y se siente al frente de él, en
otro de los sofás.
-¿Qué sucede?
-Sabes lo que sucede.
-No, me lo imagino, pero no quiero equivocarme.
-Ya te has equivocado bastante, así que no debes preocuparte
por una conversación con tu padre.
-Si vamos a hablar de las equivocaciones ajenas, entonces no
terminaríamos nunca. –Le contesta Jaejoong con una sonrisa genuina.
Su padre para su pesar, también sonríe, su hijo era muy
mordaz, era un tiburón, algo que él le había enseñado y no podía dejar de
sentirse orgulloso en ocasiones, pero él estaba ahí por otra razón y se le dice
sin rodeos.
-He escuchado rumores que circulan acerca de ti, quiero
saber si son verdad, ¿te estás tirando a los nuevos empleados o a los empleados
temporales?
Jaejoong en ocasiones pensaba que su padre tenía una especie
de sexto sentido y se le acercaba a hablar de un tema que ya lo tenía cansado,
justo en el momento que ya no quería hablar más de este.
-Te enteras algo tarde, pero no, no son verdad, no me tiro a
quien se me cruce, nunca lo he hecho y nunca lo voy a hacer.
-Bueno, de acuerdo al último incidente… te acostaste con un
desconocido y…
-Eso fue una excepción y no lo volveré a hacer. –Eso era
verdad, piensa Jaejoong, ahora tiene un novio y no piensa separarse de él
jamás. Esto último lo asombra y asusta un poco, pero era lo que sentía. Además
era verdad que fue una excepción, el otro hombre lo fascinó desde un inicio, cosa que no le había ocurrido antes.
Su padre lo observa al rostro detenidamente.
-¿Sales con alguien?
Jaejoong niega con la cabeza, en ocasiones era muy difícil
mentirle a su padre, por eso prefiere no hablar.
-Está bien, si ese es el caso, hay una razón para estos
rumores.
-Lo sé y haré algo al respecto.
-¿Qué harás? –Le pregunta su padre con interés. –Espero que
no vuelvas con ese inútil.
-No, claro que no, trabajaré más duro y obtendré más
resultados y pronto.
-¿Eso es todo?
-¿Qué más quieres?
Su padre lo sigue observando, pensando por unos segundos
antes de volver a hablar. Jaejoong pacientemente espera que lo haga, intenta no
pestañear mucho, a veces siente que su padre le lee el pensamiento.
-Debes hacer algo más.
-¿Qué? –Pregunta Jaejoong curioso y sorprendido. ¿Qué se
suponía que debía hacer?
-Debes estar en una relación estable.
-¿Qué? –Jaejoong no entendía que quería decir.
-Sí, te presentaré a algunos muchachos que conozco y…
-No de nuevo, ya quisiste hacer eso una vez.
-Pero no me lo permitiste y ya ves como resultó todo.
-Eso no tiene nada que ver…
-Déjame terminar. –Lo interrumpe su padre con autoridad.
A Jaejoong no le queda hacer otra cosa, que asentir, ahora preocupado,
él ya estaba en una relación seria y estable, pero no podía decírselo.
-Vas a conocer a alguien que te interese lo suficiente y
luego verás cómo funcionan las cosas.
-¿Realmente crees que de esa forma los rumores terminarán?
Quizás comiencen nuevos y…
-No creo que terminen, pero se apaciguaran un poco.
-No hay como saber eso, es probable que empeoren.
-Tampoco hay como saber eso. –Le refuta su padre.
-Entonces… quieres que me arriesgue a más chismes.
-Quiero que sientes cabeza, eso es todo.
-Ya soy grande y un matrimonio fallido no implica que no
haya sentado cabeza.
-Pero acostarte con desconocidos es un signo de que no lo
has hecho.
-Fue sólo una vez…
-Eso es lo que me dices, pero no tengo como comprobarlo.
Jaejoong suspira una vez más. Cuando a su padre se le metía
una idea en la cabeza, no había forma de sacársela.
-No creo que sea buena idea. –Le dice Jaejoong en un último
intento de detenerlo, pero sabía que sería infructuoso.
-A mi me parece es genial y ya te preparé una cita para el viernes
a las ocho, te enviaré el número y sus datos para que te pongas en contacto con
él mañana. –El hombre mientras habla, se pone de pie para irse pronto.
Jaejoong lo sabía, sabía que su padre intentaría esto de
nuevo, pero no se lo imaginaba tan pronto, además estaba seguro ahora, que
utilizó los rumores como una excusa.
-No puedo este fin de semana porque…
-Cancela todo lo que tengas planeado. –El hombre no espera
respuesta y se despide con una palmada en la espalda de su hijo, para
desparecer del departamento de la misma forma como llego, intempestivamente.
Jaejoong se deja caer en el sofá, del que se había levantado
cuando su padre lo hizo. No sabía qué hacer, como se lo diría a Changmin, no
quería ir a ninguna cita, pero… ¿tenía alternativa?